MEDICINA NATURAL
Respuesta a un
lector de Baldomero.
Lo que la generalidad de la gente
denomina "Medicina Natural", es lo que en "Medicina
Convencional" tiene que ver con las recomendaciones dietéticas que se
efectúan junto con las otras indicaciones que realiza el médico, o sea el
consejo de ingerir medicamentos, llevar a cabo medidas higiénicas, curaciones,
ejercicios, etc., que pueden ser permitidos o prohibidos, según la enfermedad
que aqueje a cada paciente en particular.
Como no hay dos pacientes
iguales, no es conveniente automedicarse, ni existen en este caso
recomendaciones generales que abarquen a toda la población, ni siquiera en lo
que respecta al consumo y eventual abuso de los llamados "alimentos
medicamentos", que si bien pueden serles provechosos a un determinado
paciente, la inversa es válida, pues también les puede resultar muy perjudicial
a otros. Lo importante es que haya un diagnóstico profesional de certeza y
luego un médico que indique el tratamiento, dentro del cual pueden hallarse
algunos de los "alimentos medicamentos".
EL AJO
Es utilizado desde la antigüedad
en medicina.
En El Codex Ebres, papiro
egipcio, del siglo 1550 antes de nuestra era, existen descriptas más de 20
acciones curativas, en relación a cardiopatías, mordeduras, parásitos
intestinales, tumores, etc.
Los millares de operarios
constructores de las pirámides egipcias consumían diariamente una dieta rica en
ajo y cebolla, lo que les suministraba energías y dinamismo para afrontar tan
dura y agobiante tarea durante extenuantes jornadas prolongadas diariamente en
una zona y clima severos todo el año.
Sabios reconocidos como
eminencias incuestionables en la antigüedad documentaron las acciones del ajo:
Plinio aseguraba que sanaba infecciones pulmonares; Virgilio describió el estímulo e incremento
de la fortaleza en los campesinos que lo consumían; Celsio lo indicaba como
antifebril; Hipócrates aseguraba que era benéfico para combatir numerosas
enfermedades; Mahoma curaba las heridas de picaduras y mordeduras diversas con
cataplasmas de ajo machacado.
El sabio Luis Pasteur (1822
-1895) le otorga fidelidad científica al verificar las aptitudes antibióticas.
En los albores de los años 1900
el Doctor Albert Schweitzer en África logra gran éxito combatiendo con ajo la
disentería, una terrible enfermedad infecciosa que provoca diarrea con sangre,
que puede ser mortal si no es tratada.
Posteriormente, el médico suizo
Doctor Arthur Stoll y premio Nobel, en 1944 comunica su descubrimiento del
principio activo más importante del ajo: la Aliina o Alicina con poderes
bactericidas.
Actualmente, científicos
japoneses ensayan con éxito terapéutico en enfermos con artritis y artrosis en distintas
articulaciones.
En la India, los investigadores
aseguran tener éxito en la prevención de arterioesclerosis e hipertensión
arterial.
La revista "Proceedings of
the National Academy of Sciences" publicó recientemente un trabajo
científico liderado por Gloria Benavidez, llevado a cabo en la Universidad de
Alabama en Bimirgham (USA), comunicando el descubrimiento de que el consumo de
ajo produce beneficios a nivel de la microcirculación vascular, actuando sobre
los glóbulos rojos, relajando arterias e incrementando el flujo sanguíneo.
Sintetizando: El ajo, aparte de sus
cualidades culinarias tiene algunas pro-piedades antibióticas, minerales como
calcio, fósforo, yodo, cloro, hierro, importantes vitaminas como la C y algunas
del complejo B. Suele ayudar a bajar el colesterol y la tensión arterial,
acciones antiinflamatorias, anticoagulantes, antiparasitarias, antipiójos, baja
el azúcar en sangre, mejora afecciones bronquiales, entre otras. También se lo
ha recomendado "como antihechizos y contra los vampiros".
Por efectos de la cocción
desaparece el olor tan característico y nada grato para narices delicadas, pero
también desaparecen todas sus otras pro-piedades medicinales. "Ajo cocido,
ajo perdido".
Precauciones: El ajo consumido en
forma racional, en general es bien tolerado por la mayoría de las personas. Sin
embargo, algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas, o ciertos
problemas gastrointestinales o irritación de la piel. Por lo tanto, lo más
importante "antes de consumirlo como medicamento" y especialmente en
lo referente a la dosis y frecuencia de su ingesta consultá con tu médico.
El ajo es muy apreciado en la
cocina mediterránea.
Una deliciosa manera de
disfrutarlo es fileteado acompañando ensaladas.
¡Salud y buen provecho!