REALIDAD ACTUAL EN
SALUD, ABURRIMIENTO Y
DEPRESIÓN
Recordemos a tiempo una gran verdad: Si falla la salud,
falla todo.
Si tenemos salud, tenemos todo.
Los Adultos Mayores viven más tiempo, más saludables y
lúcidos.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) recomienda
habilitar ámbitos adecuados y acordes para que los Adultos Mayores accedan y
lleven a cabo actitudes positivas para mantener y mejorar su bienestar
psíquico, físico y social.
El tedio habitual conduce al aburrimiento, así fácilmente se
puede llegar a la depresión, y esta causa estragos en la salud.
Teniendo en cuenta que es mucho más fácil y más económico
prevenir que curar, rompamos el círculo vicioso de nuestra rutina.
Para salir y/o huir de la depresión, lo primero que debemos
tener es la voluntad para ello.
Lo demás, no es tan difícil.
Para no caer en la depresión evitemos el aburrimiento, como
ser: aprender algo nuevo, o indagar sobre aquello que siempre quisimos saber y
llevar a cabo.
Una forma de evitar la depresión, o alejarte de ella si ya
se está deprimido, es intentar llevar a cabo alguna actividad que nos involucre
intelectualmente, como ser por ejemplo: crear o formar parte de tertulias
literarias o talleres donde efectuar ejercicios intelectivos, o, por qué no,
aprender el idioma universal Esperanto y así poder comunicarnos con personas de
todo el mundo aunque tengamos un idioma nacional distinto e intercambiar
opiniones y datos a voluntad según nuestro deseo.
El Esperanto es muy fácil de aprender y usar.
En horas o en pocos días en tu casa entreteniéndote lo podés
lograr.
¡Y totalmente gratis!
Otras opciones que considero válidas para que tengas en
cuenta son:
Construir, desarrollar alguna artesanía, construir o reparar
juguetes o muñecos para alguien, para vender, canjear y u obsequiar, pero...
hacerlo en compañía!
Rediseñar o modificar o arreglar el jardín o los canteros o
las plantas de las macetas de nuestro microcosmos.
Decorar o confeccionar cortinas, cortinados.
Repintar originalmente personalizando marcos de puertas y
ventanas.
Cambiar de lugar los muebles, crear en nuestro hogar un
rincón cómodo para leer, escuchar música, radio, etc.
Cambiar la rutina todos los días, fabricarse una actividad
para otros o para nosotros mismos, pero...
¡MOVETE!
Hacete los días divertidos, todos los días, buscate una
forma para disfrutar de cada nueva jornada haciendo algo.
Y por sobre todo, ojo con los domingos, ¡Cuidado con el
tedio o la melancolía del domingo a la tarde! La conocida “Neurosis del Domingo”.
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