miércoles, 14 de noviembre de 2012

RESPECTO A AUTOMEDICARSE






Sentado frente a un lago repleto de patos salvajes y peces gigantes multicolores, una tarde de mediados de primavera, me encontraba charlando con un amigo médico, el cual me refería estas reflexiones, que compartiré contigo:

En estos días pensando en la próxima temporada de verano, rememorando otras épocas, recuerdo con melancolía, a una paciente muy especial, la cual me solía preguntar luego de un asado campestre a la sombra de un benevolente arbolito:

¿El berro hace mal? 

Luego de proporcionarle una prolongada explicación reiterada en su dilucidación, pero con palabras de diferente valor léxico, para que me entendiera; entonces, me disparaba otra cuestión: 

¿La espinaca es buena? 

A continuación yo enunciaba otra perorata; al rato, me imprecaba: 

¿La zanahoria es mala? 

Mis respuestas replicaban el mismo eje conceptual, una y otra vez: 

« Depende de quién sea el paciente, sus afecciones, sus deficiencias, apetencias, el grado y frecuencia de consumo y cómo y con qué consume determinados alimentos.
 No es lo mismo comerse una papa hervida, al horno, al vapor, a las brazas, frita o cruda y con cáscara sin lavar!! ». 

Lo que sería beneplácito para algunos quizás le resultaría nefando para otros. 

Yo le volvía a repetir una y otra vez:

Preguntáselo a tu médico, pues él te conoce y te sabrá contestar con autoridad científica a tu inquietud.


 


 
Con los ojos entornados mirando como una suave brisa producía un menguado movimiento del agua, que inducía a entornar los ojos e intentar siestear, cosa que sólo lo impedía la incomodidad del banco en el que nos hallábamos, mi amigo galeno con su mirada vislumbrando su honroso y abnegado pasado proseguía con su amable disertación:

Toda difusión acerca de las bondades de cualquier producto natural es como una espada de dos filos:

Hay quienes sin pensarlo dos veces se fascinan por la “novedad” de la información y lo toman como ley inapelable, y otros sensatos de inmediato la rechazan por no estar sustentadas por contundentes y estrictos “métodos científicos” que demuestren tales beneficios. 

Opino que es mejor que dudes y te abstengas de jugar con tu salud.

Me aterra leer y escuchar temas como: 
“El chocolate es bueno para el corazón y el cerebro”; 
“Una copa al día de alcohol mantendría fuera el Alzheimer”;

“Beber medio vaso de vino al día puede aumentar la longevidad en 5 años”; 

“En algunos tipos de demencia relacionados con problemas cardiovasculares, como la aterosclerosis, el alcohol puede tener un efecto protector”. 

Se necesitan muchísimos estudios adicionales para hacer convincentes estas noticias.

Además recordá: 

«AUTOMEDICARTE PUEDE SER 
MUY PELIGROSO»







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