viernes, 26 de octubre de 2012

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO




 
DOMINGO  FAUSTINO  SARMIENTO

Fue político, filósofo, pedagogo, escritor, docente, periodista, estadista y militar argentino; gobernador de la Provincia de San Juan entre 1862 y 1864 y presidente de la Nación Argentina entre 1868 y 1874.

Se destacó tanto por su laboriosa lucha en la educación pública como a contribuir al progreso científico y cultural de su país.

Nació el 15 de febrero de 1811, en  Carrascal uno de los barrios más pobres de la ciudad de San Juan, falleció el 11 de septiembre de 1888 en Asunción, Paraguay.

Sus padres fueron, José Clemente Quiroga Sarmiento y Ana Paula Albarracín.

Cuando tenía 5 años ya sabía leer y escribir y a los 15 años ya era maestro y había fundado su primera escuela en San Francisco del Monte de Oro (provincia de San Luis) donde ya se desempeñaba como maestro de un grupo de alumnos que lo superaban en edad.

En 1823, el gobernador Manuel Quiroga, lo envía a prisión por sus ideas democráticas y progresistas.

Tras su liberación, Domingo Faustino Sarmiento abraza la causa unitaria y se incorpora el ejército de José María Paz.

En 1931 se ve obligado a emigrar a Chile, donde trabaja como maestro, minero y empleado de comercio.

Regresa a su ciudad natal tiempo después y funda la Sociedad Literaria (1838), un colegio para señoritas y el periódico "El Zonda".

Por sus críticas al gobierno debe emigrar nuevamente a Chile, donde ejerció el periodismo y cultivó la literatura.

La labor de Domingo Faustino Sarmiento como pedagogo es reconocida por la Universidad de Chile nombrándolo miembro fundador de la Facultad de Filosofía y Humanidades.

Regresó al país en 1855 y fue nombrado gobernador de San Juan (1862), puesto desde el que impulsó la educación pública y la guerra contra los caudillos.

En 1868 se realizan elecciones nacionales, siendo elegido candidato por un grupo de políticos del país y tiempo después Domingo Faustino Sarmiento fue elegido presidente de la República (1868–1874).

Siendo presidente impulsó el desarrollo de las obras públicas y de las ciencias, promovió la educación y fundó el departamento de Agricultura, el Colegio Militar y la Escuela Naval. Durante su mandato concluyó la guerra del Paraguay, en la que murió su hijo Dominguito (1866).

En 1887 viaja al Paraguay junto a su hija, donde intenta contribuir con el progreso del país, muriendo un año después en Asunción.

Domingo Faustino Sarmiento realizó una importante contribución al saber gracias al aporte que realizó como promotor del progreso científico y una acción y prédica constante a favor de la enseñanza y creación de instituciones científicas y culturales.

De su obra literaria, se destacan: "Facundo o Civilización y Barbarie", inspirado en el caudillo riojano Facundo Quiroga; "Recuerdos de Provincia", de corte autobiográfico; "Viaje", donde cuenta sus experiencias en el extranjero; "Vida de Dominguito", que narra la vida de su hijo adoptivo muerto en Paraguay; "Educación Popular"; "Método de Lectura Gradual"; Mi defensa; Campaña del Ejército Grande; Comentario a la Constitución de la Confederación Argentina; Las escuelas, bases de la prosperidad.
 








 


UNA  ANÉCDOTA  DE  SARMIENTO

El primer censo en el país, lo hizo Sarmiento en el año 1869. A los 6 meses de haber asumido un asistente le dice: “permiso señor presidente: aquí tiene los datos del censo”. Sarmiento lee con atención:

        POBLACIÓN:    1.830.000 HABITANTES
     ANALFABETOS: 87%

Llama a su secretario y le da la siguiente orden:

"Esta tarde. Reunión de gabinete de ministros".

En la reunión Sarmiento les dijo:

"Señores ministros. Ante los primeros datos del censo voy a proclamar mi primera política de estado por un siglo": 

¡¡¡ ESCUELAS, ESCUELAS, ESCUELAS !!!


Y en su gestión de gobierno construyó 1.117 escuelas (una cada 2 días, contando sábados y domingos), más la escuela naval, más el colegio militar, más la compra de la flota de mar, más los rieles, que eran en longitud más que la suma de todos los rieles de América, más el telégrafo a chile, más el código civil redactado por Vélez Sarsfield, más el banco nacional (así se llamó al principio).

En la universidad nacional de Córdoba cuando inauguraban la Academia Nacional de Ciencias, dispuesta por Sarmiento en su presidencia, el presidente Avellaneda lo invita a hablar... 

Ya estaba medio sordo y lo primero que dice es:

“Señores, veo en este salón de grado repleto, que no hay una sola mujer que nos acompañe, pero yo les auguro que dentro de un siglo, la argentina en sus universidades, va a tener más mujeres que hombres”.

Cuando deja la presidencia en el año 1874 se da cuenta que no tiene casa propia. 

Se va a vivir con su hija Faustina mientras piensa como resolver su situación.

El problema era que no tenía medios para comprar una vivienda.

Había estado tan ocupado en hacer la grandeza del país que se había olvidado de sí mismo.

Cuando lo entierran en la recoleta el 21 de septiembre de 1888, al despedir sus restos, Carlos Pellegrini dice:

 “Se va el cerebro más poderoso que haya producido América”




AlGUNAS  DE  SUS  FRASES  EXCELSAS


¡Bárbaros! Las ideas no se matan.

Cuando los hombres honrados se van a su casa, los pillos entran en la de gobierno.

El buen salario, la comida abundante, el buen vestir y la libertad educan a un adulto como la escuela a un niño.

El detalle de una batalla lo da el que triunfa.

Era el que más sabia... Pero el que menos entendía.

Es la educación primaria la que civiliza y desenvuelve la moral de los pueblos. Son las escuelas la base de la civilización.

Es la práctica de todos los tiranos apoyarse en un sentimiento natural, pero irreflexivo, de los pueblos, para dominarlos.

Escribo como medio y arma de combate, que combatir es realizar el pensamiento.

Fui nombrado presidente de la República, y no de mis amigos.

Hombre, pueblo, Nación, Estado, todo: todo está en los humildes bancos de la escuela.

La ignorancia es atrevida.

Las escuelas son la base de la civilización.

Lo escrito permanece.

Los discípulos son la mejor biografía del maestro.

Los pueblos no tienen un carácter activo en los sucesos.

Sufren, pagan y esperan.

No está prohibido que un hermano del presidente fuese ministro, pero la decencia lo impide.

Puede juzgarse el grado de civilización de un pueblo por la posición social de la mujer.

Su Constitución es un monumento: es usted el legislador del buen sentido bajo las formas de la ciencia.

Toda la historia de los progresos humanos es la simple imitación del genio.

Todos los problemas son problemas de educación.

Yo sigo sin rumbo, sin blanco fijo, cediendo a impulsos que me llevan adelante.


También dijo: 
"Las palabras: ARGENTINO e IGNORANTE
se escriben con las mismas  letras.
Luchemos para que no se transformen en sinónimos."






 


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