EL APIO
Se han recopilado gran cantidad de datos sobre su utilización como planta medicinal en la antigüedad en las culturas chinas, romanas y griegas.
En un 95 % está constituido por agua, lo que de por sí le confiere propiedades diuréticas, posee pocas calorías, sodio, potasio, vitaminas B1,B2 y B6 las que le atribuirían propiedades sedantes, y algún beneficio para la vista, el pelo y los huesos.
Es escaso en vit C.
Despierta en el paladar un gusto muy característico, tal vez algo chocante para gourmets delicados, pero que le otorga una personalidad muy peculiar al contrastar y combinarse con los sabores de otras verduras.
Consumido crudo, popularmente se lo describe como un buen afrodisíaco pero esto no está debidamente comprobado.
Algunos no recomiendan su ingesta durante los embarazos por su contenido en apiÍna la que puede producir abortos, esto tampoco está formalmente certificado.
Se lo suele recomendar como integrante de comidas que serán muy abundantes, para paliar los excesos de las mismas.
Existe bibliografía donde se expresa su utilización como expectorante y útil en catarros y resfríos; también coloquialmente se habla de sus bondades como antirreumático, contra la gota, anti gas, y sedante debido a un aceite volátil llamado apiol que es el que le provee de su aroma característico.
En conclusión, a nivel científico, yo no encontré evidencia seria que me satisficiera para recomendarlo como alimento-medicamento.
Si vos querés probar, pues ¡probá!
Mal no te va a hacer, por lo menos vas a disfrutar de un buen plato.
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