RELOJ CUCU
El reloj de cuco, popularmente conocido en el mundo de habla
hispana como "reloj cucú", es un tipo de reloj provisto generalmente
de péndulo y gong, que se caracteriza por tener una abertura por la cual, cada
media hora, sale un pájaro autómata que emite un canto, cuyos sonidos se
asemejan a la onomatopeya «cucú». El mecanismo para producir dicho sonido fue
instalado en la mayoría de los relojes de cuco en el siglo XVIII y ha
permanecido hasta el presente casi sin modificaciones.
Los comienzos de la Industria de la relojería de
la Selva Negra en Alemania se remonta al siglo XVII, cuando se fabricó el
primer reloj en Waldau.
El primer reloj CUCU lo fabricó alrededor del año
1750 FRANZ ANTON KETTERER en la SELVA NEGRA en Triberg, fue el primero que lo
logró, hacer el sonido real del pájaro CUCU por medio de dos fuelles, en los
años siguientes se extendió la relojería rápidamente en la Selva Negra, con las
invenciones e innovaciones y con los artesanos de la madera. Durante las largas
semanas de invierno estos Artesanos talladores, tallaban las casitas de los
cucus en sus casas.
En el Año 1808 ya vivían 688 Relojeros y 582 Vendedores de
Relojes en Triberg y Neustadt. Los relojes CUCÚ fabricados en Invierno eran
vendidos en el Verano en largos viajes en toda Europa, los Vendedores de
Relojes eran todos unos personajes con sus vistosos vestidos y su forma de
carga los relojes de pared y cucús en la espalda y su paraguas, eran igual en
Paris o Londres, también en Odessa o Constantinopla, eran muy admirados y bien
vistos personajes.
Desde esa época hasta hoy se ha desarrollado mucho
esta Industria Relojera, desde la producción de los mecanismos y sus partes en
fabricas ya modernizadas hasta las impresionantes tallas de la madera de los
cucús, las cuales son todavía hechas como hace 200 años, por expertos maestros
totalmente a mano, Todas las maderas de los relojes Cucú BOHNMATIC son secadas
durante 30 años, las maderas usadas son Pino y Lindenholz.
Hoy en Día se fabrican en varias versiones, de un
Día de Cuerda, de 8 Días de Cuerda, de
Pilas, con diferentes tipos de Casita, con figuras de Movimiento, Bailarines,
Leñadores, Animalitos etc., tallados a mano. Por esto un reloj CUCÚ es sinónimo
de estatus, además es una inversión que se valoriza día a día y son de gran
duración, puesto que pasan de generación en generación.
En Alemania y Suiza se fabrican los tradicionales
relojes cucú donde existen decenas de pequeñas y medianas empresas que elaboran
relojes, o algunos componentes del mismo.
La mayoría de estas empresas
artesanales están situadas en la Selva Negra. En Suiza actualmente sólo hay un
fabricante, si bien el reloj de cuco no fue inventado en Suiza.
Los relojes cucú mecánicos disponen de dos tipos
de maquinaria: de un día y de ocho días. En los relojes equipados con el primer
tipo de maquinaria hay que subir las pesas —de hierro fundido— una vez al día;
en los segundos una vez por semana.
Conviene destacar que la mayoría de los
relojes de cuco que se fabrican actualmente utilizan el sistema de pesas, muy
pocos funcionan mediante cuerda.
Aunque el mecanismo del cuco ha permanecido
básicamente inalterado, su apariencia ha cambiado a medida que el diseño y las
maquinarias de los relojes evolucionaban en la Selva Negra. En un principio
muchos relojes cucú se hacían en el estilo típico de la Selva Negra, el cual
presenta un panel de madera cuadrado y semicircular en la parte superior, donde
estaba situada la puerta por la que salía el pájaro.
Aún hoy sigue siendo uno de los recuerdos
preferidos por los turistas que visitan Alemania, Austria o Suiza.
El estilo “Chalet” se originó en las últimas
décadas del siglo XIX en Suiza, y en aquella época eran muy apreciados como
recuerdos del país.
En la actualidad se están fabricando determinados
relojes de cuco inspirados en estilos decorativos contemporáneos, tanto en
Alemania como en otros países, especialmente en Italia. Estos relojes modernos
se caracterizan por un diseño funcionalista, minimalista y esquemático.
El Siglo XX ha tecnificado notablemente la
industria, la producción seriada desplazó la mano de obra, la robótica suplanta
al ser humano, el cuarzo y sistemas numéricos reemplaza la electromecánica y la
fibra óptica está a la orden del día ofreciendo una elevada tecnología, exacta,
fría e indiferente que no tiene el empeño de Da Vinci ni la calidez del reloj
de Huygens, la solemnidad armónica de un carillón o la alegría del cu-cu.
Desapareciendo paulatinamente la hermosa esencia
romántica de la artesanía.
Los hay tanto de cuarzo como mecánicos.
¡¡¡QUE,BUEN TRABAJO!!!,GRACIAS por ofrecer éstas ARTESANÍAS DE UNA GRAN CALIDAD Y MUCHO TRABAJO,son PRECIOSOS...y que NUNCA NOS FALTEN.Jorge
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