Jorge Luis Borges y Adolfo Bioy Casares
LA ANIQUILACIÓN DE
LOS OGROS
La vida
de una tribu
entera de ogros
puede estar concentrada
en dos abejas.
El secreto, sin
embargo, fue revelado
por un ogro
a una princesa
cautiva, que fingía temer
que éste no
fuera inmortal.
Los ogros
no morimos, dijo
el ogro para tranquilizarla.
No somos inmortales,
pero nuestra muerte depende de un secreto que ningún ser humano adivinará.
Te lo revelaré, para
que no sufras.
Mira ese estanque:
en su mayor profundidad, en el centro, hay un pilar de cristal, en cuya cima,
bajo el agua, reposan dos abejas.
Si un hombre puede
sumergirse en las aguas y volver a la tierra
con las abejas
y darles libertad,
todos los ogros
moriremos.
¿Pero quién adivinará este secreto?
No te apesadumbres;
puedes considerarme inmortal.
La princesa
reveló el secreto
al héroe.
Este libertó
las abejas y
todos los ogros murieron, cada uno en su palacio.
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