jueves, 2 de mayo de 2013

LOS CAMALEONES INVADEN LAS CATEDRALES - Pedro Shimose











Pedro Shimose

Pedro Shimose Kawamura, nació en Riberalta, Provincia Vaca Díez del departamento del Beni, Bolivia 1940, es dibujante, escritor, poeta y compositor de música popular. 

Fue además periodista y docente.

Hijo de madre riberalteña y padre inmigrante japonés.

Desde 1971 recide en Madrid, España. 

Allí contrajo matrimonio con una mujer andaluza.

Obtuvo varios premios literarios por su poemario "Quiero escribir, pero me sale espuma", un año después de irse a vivir a Madrid. 

Ha sido distinguido con el Premio Casa de las Américas y el Premio Nacional de Cultura de Bolivia

Shimose es notorio por su poesía políticamente inspirada, que trata sobre temas de identidad nacional y liberación social.

Algunos de sus libros y poemas fueron traducidos a otros idiomas al inglés, alemán, francés, ruso, árabe, turco, holandés, etc.





LOS CAMALEONES 
INVADEN LAS CATEDRALES

Conciben la vida como una partida de ajedrez. 

La existencia es un cálculo. No duermen; no aman. 

Nacieron con el corazón manchado, sin luz en la mirada, 

y viven al acecho, welcome mister, congratulations! 

y viven acosados por el color de las circunstancias.

Les sobra astucia, saben elegir el momento oportuno, 

las palabras adecuadas, el tono conveniente, el ademán preciso, 

halagan, mienten, se desprecian, estudian, aparentan, 

buscan el fulgor de las cámaras, la estridencia, 

flash sonríe flash posa flash 

resplandor efímero okey! trepan peldaños, se van por las ramas, 

buscan las lentejuelas de la fama, leen informes reservados, 

sonríen, visten a la moda, 

buscan sus nombres en las crónicas sociales, 

corren, husmean el aire, por las dádivas trotan, 

escriben en los diarios, avanzan, retroceden, sonríen, 

son discretos, 

solicitan audiencias, dan consejos, afinan la puntería, 

disparan, van a misa, son como los gatos, saludan, dan la mano, 

siempre caen de pie, aclaran la voz, ejem, la impostan, la modulan, 

piensan dos, cien, mil veces, no duermen, como los búhos, piensan, 

viven agazapados en el color, en catedrales sombrías y vacías. 

A su paso se abren las grandes puertas de la nada.

 

 


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