jueves, 19 de julio de 2012

ALFRED ADLER



ALFRED  ADLER

Alfred Adler nació en Viena, Austria, 1870 y falleció en Aberdeen, Escocia, 1937. 

Médico y psicoterapeuta austríaco, fundador de la llamada psicología individual y precursor de la moderna psicoterapia. 

Fue un colaborador de Sigmund Freud y cofundador de su grupo, pero se apartó tempranamente de él (en 1911) al divergir sobre distintos puntos de la teoría psicoanalítica. Sus conceptos básicos son los de carácter, complejo de inferioridad y conflicto entre la situación real del individuo y sus aspiraciones.


 Releyendo a Adler... 
 


Releyendo un libro de Adler, encontré estas frases que yo había subrayado hace tiempo, a las cuales considero de gran valor, y por tal motivo las comparto contigo.

El hombre sabe mucho más de lo que comprende. 

He tenido en mi vida continuas ocasiones de observar un inmenso material humano. Ello me ha permitido mantenerme fiel a la tarea que me impuse de no afirmar en absoluto nada que no pudiera ilustrar y demostrar por experiencia propia.

No es de extrañar, pues, que en ocasiones resulten rebatidas por mí opiniones preconcebidas de otros autores que no han tenido la oportunidad de observar, tan intensamente como yo, la vida humana. 

No obstante, nunca he dejado de examinar, ni por un instante, con serenidad y con calma, las objeciones de los demás, cosa que puedo hacer con tanta más facilidad cuanto que no me considero atado a ningún precepto riguroso ni a prejuicio alguno. 

Por el contrario, me atengo al principio de que todo puede ocurrir también de distinta manera. Lo singular del individuo no es posible englobarlo en una breve fórmula.

A la tendencia del niño hacia la perfección, la madurez, la superioridad o la evolución, caben las diversas influencias propias tanto de las aptitudes innatas (comunes a toda la Humanidad o en cierto modo modificadas) como del ambiente y de la educación. Todas estas influencias forman el material de que se sirve el niño para construir, con lúdico arte, su estilo de vida.

El estilo vital engendrado en la infancia sólo podrá resistir a los embates de la vida a condición de que se halle adecuadamente estructurado.

Tres problemas se le plantean a todo ser humano: la actitud frente al prójimo, la profesión y el amor. Estos tres problemas, íntimamente entrelazados a través del primero, no son ni mucho menos casuales, sino que forman parte del destino inexorable del hombre.

Cuanto más grande es el error, tanto mayores son las complicaciones que acechan a aquel que sigue un estilo de vida equivocado, las cuales sólo faltan aparentemente, mientras la solidez del sentimiento de comunidad del individuo no se pone a prueba.

El factor exógeno, la inminencia de una tarea que exige cooperación y solidaridad, es siempre lo que desencadena el síntoma de insuficiencia, la difícil educabilidad, la neurosis y la neuropsicosis, el suicidio, la delincuencia, las toxicomanías y las perversiones sexuales.

 

  

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